De transcripciones, MIDIs y otros demonios ((Un)jammit! – Parte 0)

Érase una vez un chamaco de 16 años, bien metalero, que quería interpretar sus piezas favoritas (que no necesariamente canciones) tal como si se tratara de una grabación profesional en estudio, o tan siquiera que no dieran pena.
Idealmente, esto se hace con amigos disponibles, dispuestos, y con gustos musicales alineados. Pero eso es tema de otra publicación. El chiste era que, cuando menos, el mozuelo y sus amigos se presentarían al menos una vez al año en el H.H.H. Colegio México Bachillerato. Y para eso, había que ensayar. Y para ensayar, había que aprenderse las piezas. Y para aprenderse las piezas, había que tener de dónde.

En aquellos entonces, los recursos para aprender a tocar una canción de rock pesado o metal ochentero/noventero eran bastantes, y bastaban:
Tablaturas, partituras oficiales (o sus respectivas fotocopias), pistas originales (o sus respectivas copias), videos instructivos (que ni por accidente encontrabas sus originales) o de plano, tu maestro de música (quien probablemente pensaba: “Covers de Metallica. ¡Qué original!”).

Por cierto, odio con todo mi ser a Wolf Marshall.

La cosa se puso buena cuando el imberbe en cuestión, luego de casi un año de no escuchar el “Images & Words” que le prestó su amigo y colega guitarrista, descubrió a Dream Theater.
“¡Bolas!”, dijeron sus oídos.
“¿Eso se puede?”, dijo su cerebro.
“¡Yo también quiero!”, maquinó su ego.
“¡JAJAJAJA! Oilo…”, le impusieron realidad y sus manos.

Dado que, para sorpresa de nadie, la excelencia académica, deportiva y la vida social no eran prioridad, muchas horas habrían de invertirse en el régimen cuasi atlético de práctica mecánica para lograr hacer sonar lo más accesible de aquel inigualable catálogo de arte supra humana en todos aspectos, especialmente en el técnico. Pero era la prepa. No es como que tuviera otras cosas que hacer.

El otro problema era de dónde. Las tablaturas y transcripciones en  línea eran muy incompletas e imprecisas.
Ahí es donde la World Wide Web (“Internet”, para los cuates) llegaría al rescate.
Luego de una intensa investigación en Yahoo! y Terra, encontré un sitio súper guay llamado Barnes & Noble. Y ahí, el libro con transcripciones bien hechas (no como las hace el despreciable de Wolf Marshall) del mejor álbum de Dream Theater, y por ley de transitividad, de la historia de la humanidad. Esa fue oficialmente mi primera compra en línea. Cualquiera hubiera pensado que tratándose de un libro habría sido por Amazon, pero no.

¿Problema resuelto? Ni de chiste.
Como mencionaba antes, esto de ser metalero no es un camino solitario, y en cuestiones de Rock, Metal y derivados, la guitarra eléctrica es el instrumento con más demanda y por lo tanto, con más mercado.
Por lo mismo, no existían libros con transcripciones para los demás instrumentos. Muy en especial para el teclado. Había que invocar a la creatividad.

En esos tiempos, antes del internet de alta velocidad (sí, ESO que usas hoy se es internet de altísima veliocidad. Incluso si te lo malprovee la rata de Carlos Slim), antes de los flujos de audio digital de resolución supra humana, de las transmisiones de las transmisiones de video en vivo en 4K…
En esos tiempos, pues, la forma más sensata para publicar y distribuir música ligera (no la de los roqueros argentinos, sino la que “pesa” pocos kilobytes) era el formato MIDI.
Más allá de ser fácilmente producible con instrumentos digitales, generalmente teclados, y ser un estándar bien definido que funcionaba en cualqiuer computadora y navegador web, servía también como una suerte de transcripción. Al ser digital, su contenido por instrumento estaba discretamente separado y delimitado. Como con cualquier documento digital.

Estos archivos de sonido eran también el medio dominante en la música de fondo de las páginas web personales, y hasta de varios videojuegos de Nintendo 64 o PlayStation.

Ahí cambió un poco la suerte. Si algo no faltaba era aficionados que, aunque fuera a medias, interpretaban uno o varios instrumentos de casi cualquier obra musical, incluyendo las de Dream Theater, y las publicaban de manera gratuita y desinteresada. A veces, hasta anónima.

Así logré encontrar, al menos parcialmente, interpretaciones aproximadas de instrumentos clave en las canciones que anhelaba interpretar. Y gracias a un maestro de composición y producción musical, descubrió la recientemente publicada versión 2.1 del software de notación Sibelius, que entre sus cientas (hoy miles) de funcionalidades, estaba importar archivos MIDI y convertirlos (más o menos) en una partitura estructurada.

Restaba bastante trabajo para que el tecladista (léase, el cuate del salón que tocaba Imagine de Los Beattles y tampoco tenía nada mejor que hacer el día del concierto de alumnos) tuviera una buena partitura con la cuál guiarse.

Había que darle formato a la partitura importada, escuchar la pista minuciosamente una y otra vez, echando mano si era necesario de la grabadora de sonidos de Windows 98 para ralentizar un fragmento de esta (pero ¡aguas! si el fragmento era demasiado grande, tardaba una eternidad, y se te podía acabar la memoria del programa), corregir las notas imprecisas, agregar las notas faltantes, deducir los acordes (una reverenda chinga cuando se usaba un sonido de cuerdas, o cualquier otro timbre etéreo), pegar bien el oído a los audífonos de baja calidad (eso de tener equipo profesional para pasatiempos adolescentes era considerado fifí), practicar el instrumento propio y evetualmente, dormir.

El método tuvo varias iteraciones, y el último año de la prepa hasta produjo una partitura íntegra de todos los instrumentos de Metropolis – Pt1 “The Miracle and The Sleeper”.

Pero ahora había otro problema a considerar.
Como buenos hijos de familia clasemediera, la disponibilidad para ensayar era limitada, y practicar las obras junto con la pista original no permitía apreciar lo pobre y defectuosa que era la interpretación, ya que el instrumento original maquillaba los errores. Al llegar a los ensayos, la realidad se volvía a mofar de todos y cada uno.

Una vez más, ¡los MIDIs al rescate!
Como ya mencioné, esos archivos son representaciones digitales y discretas (no, no como tú te veías al viborear a quien te caía gordo en las pedas de la universidad, sino como el antónimo matemático de contínuo) de cada instrumento utilizado en la pieza musical.
Siendo así, cualquier software decente (es decir, no el que venía incluído en tu sistema operativo) sería capaz de silenciar una o varias pistas para que el equivalente a tu instrumento no se translape con el tuyo y puedas oír tus errores de ejecución con perfecta y deprimente claridad.

Sin tanto rollo, el santo grial era estudiar, practicar y grabar las canciones de mi predilección, sin que la pista para mi instrumento estorbara.

Claramente, los archivos MIDI eran una solución limitada y de baja calidad, pero tenían su encanto. Uno se sentía como cantante versátil de bar de Sanborns (propiedad también del p**o de Slim).

Transcripción – It’s My Life (Bajo)

Tiene rato que no escribo nada, y eso que siempre tengo algo que decir, opinar, aportar, interrumpir…

Para simplificármela, compartiré uno de mis avances de transcripción de partitura en el que trabajé a mediados de año en las madrugadas (para variar [por cierto, ¿sí topan que el uso cotidiano de “para variar” es sarcástico? Al igual que “¡qué casualidad!”, y otros]).

Aquí la referencia por si no conocen la canción: https://www.youtube.com/watch?v=ubvV498pyIM
Nota: durante el proceso descubrí que es un cóver hecho por No Doubt, y que la versión original está bien cageta (sic); casi tanto como el gordito que hace esta interpretación de bajo: https://www.youtube.com/watch?v=UixnKrwidqc

En fin. Les dejo mi humilde transcripción de bajo (sin tablatura ni figuras de expresión, y con un potencial error en el pre coro, que detallaré en otra ocasión), transcrita “a mano” con NotateMe para iPad y formateada con Sibelius 7.5 (obtenido legalmente, lo juro [sí, pagué ESA cantidad de dinero por un programa de computadora. Di no a la piratería.]).

Si por alineación de planetas te llega a servir la partitura:

  1. Déjame un comentario. Sería agradable saber que las horas (sí, hartas) que invertí no quedaron en puro ocio.
  2. JAAAAJAJAJA, eres bajista. ¡Pobre! 😛

Números Romanos – Parte I

Durante una entrevista de trabajo, me plantearon el siguiente problema:
Dado un número decimal, conviértelo a notación romana.

Es decir, convertir:

  • 42 en XLII
  • 1000 en M
  • 2013 en MMXIII
  • 69 en XXX :P, etc.
Pequeño recordatorio de cómo funciona dicho sistema…
Los dígitos romanos pueden ser vistos como una dupla (magnitud, potencia), donde la magnitud puede ser 1 o 5, y la potencia varía de 0 a 3.
De este modo, los dígitos romanos y su valor se componen como sigue:
Dígito Valor
I 1 * 100
V 5 * 100
X 1 * 101
L 5 * 101
C 1 * 102
D 5 * 102
M 1 * 103
Posteriormente, como recordamos (y si no recordamos, ¡a recursar la primaria!), los valores (independientemente de su potencia) del 2 al 4 y del 6 al 9 se componen combinando aditivamente a la derecha o substractivamente a la izquierda los dígitos para 1 y 5. Ejemplos:

Decimal Romano
2 II
3 III
4 IV
6 VI
8 VIII
9 IX

Dado este patrón, una solución común suele involucrar el tomar los dígitos base y generar las combinaciones dinámicamente. Véase el siguiente código:
http://discuss.leetcode.com/questions/194/integer-to-roman?page=1&focusedAnswerId=380#380

La implementación es correcta, pero redundante. ¿Qué necesidad hay de ensamblar manualmente cada número romano, cuando las combinaciones pueden ser mapeadas directamente a cada dígito decimal del número a convertir? Es decir:
1985 = 1*103 + 9*102 + 8*101 + 5*0, se representa como: {“M”, “CM”, “LXXX”, “V” } = “MCMLXXXV”.
Para 101 = 1*102 + 0*101 + 1 *100, tenemos {“C”, “”, “I”} = “CI”.

Para mi fortuna, noté ese patrón polinomial mientras analizaba el problema en la entrevista, y me di cuenta que hay una solución totalmente lineal. En lugar de almacenar únicamente los dígitos como constantes en un vector, podemos almacenar todos los posibles números representables por un dígito decimal. Por suerte, los numerales romanos sólo representan del 1 al 3999 (Wikipedia dice que 4999, pero para fines de este artículo da lo mismo). De este modo, podemos utilizar la siguiente tabla:

Magnitud 100 101 102 103
0
1 I X C M
2 II XX CC MM
3 III XXX CCC MMM
4 IV XL CD
5 V L D
6 VI LX DC
7 VII LXX DCC
8 VIII LXXX DCCC
9 IX XC CM

De este modo, la implementación queda como sigue:

package net.rochsquadron.blog;

public class Romans {

public static int MIN_VALUE = 0;
public static int MAX_VALUE = 3999;

private static String[][] DIGITS = {
{ "", "I", "II", "III", "IV", "V", "VI", "VII", "VIII", "IX" }, // 10^0
{ "", "X", "XX", "XXX", "XL", "L", "LX", "LXX", "LXXX", "XC" }, // 10^1
{ "", "C", "CC", "CCC", "CD", "D", "DC", "DCC", "DCCC", "CM" }, // 10^2
{ "", "M", "MM", "MMM" }, // 10^3
};

public static String valueOf(int input) {
// Validate boundaries
if (input < MIN_VALUE || input > MAX_VALUE )
throw new IndexOutOfBoundsException(
String.format("Number out of range: %d", input)
);

// For each power (0 to 3), locate and add the corresponding number:
// [power][digit]
String value = "";
for(int i = 0; i < DIGITS.length; i++) {
value = DIGITS[i][input % 10] + value;
input /= 10;
}

return value;
}

public static void main(String... args) throws Exception {
for(String s : args) {
int number = Integer.parseInt(s);
String roman = valueOf(number);
System.out.println(roman);
}
}
}

Supuestamente, el entrevistador no había visto este tipo de respuesta antes (que tampoco es tan innovadora; aparece en los primeros resultados de StackOverflow) y esta solución me ayudó a ganar bastantes puntos.

EPN no sabe qué es el IFAI… dicen…

Hoy tuve el privilegio de ver a nuestro flamante presidente demostrar nuevamente su menos que aceptable habilidad discursiva al no poder nombrar al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI). Aquí la referencia al video: https://www.youtube.com/watch?v=VIvU4GC5vao

Como seguramente ya notaron, quitaron el video. ¡Chale! Y yo que adoro burlarme de la gente con teorías patéticas de conspiración y control…
En fin, antes de que lo quitaran, lo vi. ¿Qué pasó? Simple: Se le fue el nombre completo de la institución y acabó diciendo “… el IFAI”. ¡Santo niño de Atocha! ¡Es lo peor que ha hecho cualquier político en este país! ¡Estaríamos mejor con López Obrador!

¿En serio? El error fue todavía más insignificantemente ridículo que el de la FIL o los nombres de las clavadistas. Evidentemente, como el 100% de los comentarios en la página del video eran similares a los del párrafo anterior (pero tristemente sin sarcasmo), procedí a “agitar” algunas conciencias, que es de mis deportes favoritos cuando ando de ocioso. Lamentablemente no puedo citarme con toda precisión, porque el video fue removido (a eso voy en un momento), pero escribí algo así como:

Grillos y además arrogantes. Con razón el país no avanza
Y sí. La gente en edad de votar sigue correteando boberías faranduleras como esta, mientras que, les aseguro, ninguno de los que me respondieron leyó ni la síntesis de la pasada reforma laboral, ni conoce a fondo cómo opera el IFAI, ni nada de lo que SÍ importa, la manera de hacer política en este país no va a cambiar.

Aquí las divertidísimas respuestas de los siempre respetuosos de la diversidad de ideas y libertad de expresión:

Lino Aguirre López: Imbécil! con la diferencia de que el se supone que es el presidente de México no?
Cómo no. A ver, contesta:

  1. Si tu papá fuera presidente de México, ¿sería posible que llegara a tener una equivocación similar?
  2. Si cometiera ese error equivalente, ¿te pondrías igual de fufurufo?
Te dejo las respuestas correctas de una vez:
  1. No
MrPayasojolis: jajaja, no cabe duda que es usted un ingenioso aliado de sus sepultureros
Una respuesta no tan cavernícola, pero poco útil. ¿Aliado? Osea, ¿si no estoy con ustedes, estoy necesariamente con el PRI? 

Bryan Arreola: A él ni lo respetan, ni lo aprecian, es la persona más odiada por los mexicanos (incluyéndome).
¿Cuáles “LOS” mexicanos? Al menos del electorado, una facción mayoritaria lo consideró el mejor. 

BannerBETO: EL país no progresa por gente como tú. Bola de ignorantes enajenados.
Ah, asumiendo ignorancia (falta voluntaria de información) y enajenación (cederle a otros mis derechos o bienes). Osea, como no lloriqueo por nimiedades como ustedes, soy ignorante, y como no me uno a la modita de tirarle basura al presidente, significa que no ejerzo soberana y libremente mis derechos. 

dislexas: Tranquilo, no somos la mayoría, tú si eres mayoría, toleran la pendejéz y no aguantan que los critiquen.
No, electoralmente soy minoría. Y no, yo no tolero la pendejÉZ, ni mucho menos la pendejez de algunos que insultan a los demás con horrores de ortografía. Hablando de “aguantar que los critiquen”… 

Terminado mi 2o deporte favorito, vamos a cosas más interesantes.

 
La organización que presuntamente solicitó la remoción del video es una tal Televisora de Hermosillo S.A. de C.V. De inmediato, me metí a Google a buscar esta televisora.

Lo primero que encuentro es este vínculo: www.telemax.com.mx. Al intentar abrirlo, mi navegador la bloquea con el mensaje:

Warning – visiting this web site may harm your computer!

Más detalles aquí. La abrí de todos modos tomando un par de precauciones, y…

 

Exacto. NADA. Por ahí publican su cuenta de YouTube y Twitter. En la primera, no aparece el video tampoco. En la segunda, hay un par de publicaciones dignas de mencionar:

Ahí encontramos también una referencia a la gacetilla perredista Proceso, quienes ya publicaron bastante mediocre y poco informativo artículo: http://www.proceso.com.mx/?p=330865

En resumen, la televisora provinciana se deslinda de los hechos, y lamento decepcionarlos pero no encontré en primera instancia ningún vínculo con Televisa :(. Esa chamba se la dejaremos a Aristegui y compañía. Lo último a destacar es que el supuesto director de la televisora es un tal Roberto Véjar.

Indagando (es decir, dando clic a otros dos resultados de la búsqueda en Google) más sobre el tema, aquí un documento sobre la estructura de Telemax, obtenido del portal del gobierno de Sonora:
http://transparencia.esonora.gob.mx/NR/rdonlyres/3D45CE20-ACE7-4C56-823E-4081186EBDF4/61715/MANUALDEORGANIZACION2011AUTORIZADO.pdf. Existen al menos otros dos documentos sobre Telemax en ese portal, pero los encontré (aún más) irrelevantes.

Ah, sí, para los muy morbosos, aquí otra “copia” del video, subida por Reforma. http://www.youtube.com/watch?v=Og-89UB_7fs. A aquellos que les mate de interés este tema, ojalá estos escasos datos les sirvan como punto de partida. Yo hasta aquí llego.

Finalmente, a mi estimada Proceso: ¿EN SERIO? ¿Llamas hacer periodismo a citar los chascarrillos del Sopitas en tuíter?

Número de visa laser

Me estuve parando de pestañas porque necesitaba encontrar el número de mi visa B1/B2 (tipo ‘láser’, osea de tarjetita) para un trámite.

Esto es lo más cercano a una referencia decente que encontré:

http://merida.usconsulate.gov/faqsds160.html
http://www.immihelp.com/visas/ds-160-form/previous-us-travel-information.html

If you have a laser visa, the number is on the right side of the first row of numbers. It will start with the initials for the post that issued your visa (for example, Merida starts with “MER”)

Asumo que se refieren a los tres renglones de números, letras y caracteres ‘<‘ en la parte posterior inferior de la tarjeta. Ahí encontré un número antecedido por la “abreviación” (entre comillas porque es más bien una encodificación. Léase, abreviación: MEX => México; encodificación: SJD => Los Cabos) de la “ciudad” (entre comillas porque ese lugar no llegaba ni a pueblo) de expedición. Ese parece ser el número, según las dos fuentes.

Ahí luego les platico si sí era ese el número…

[Actualización]: No, no fue. Esto viene indicado en el cuestionario DS-160:
If your previous visa was a Border Crossing Card enter the last 12-digit number of the first line of the machine readable zone.“. No encontré una sola cadena de 12 dígitos consecutivos.

Propósitos para año nuevo

No soy de hacer listas de propósitos. De hecho, detestaba cuando en la primaria nos obligaban a hacerla para año nuevo (¡puaj! tarea…), pero me di cuenta que hay muchas cosas que me daría tristeza no haber hecho al final de mi vida, así que manos a la obra.
He aquí mi lista no larga pero sí inútil de propósitos a cumplir para 2012.

  1. No usar Twitter 
    • Al proponerme esto, cumplo con mi propósito hecho a finales de 2010 que decía “Proponerme  no usar twitter para el siguiente año nuevo”.
  2. Terminar el libro del dragón negro
  3. Terminar, dominar y aplicar el libro del dragón rojo
  4. Volver a jugar voleibol
  5. Propósito secreto #1: De la superación 
  6. Terminar y lanzar mi sitio XD
  7. Correr 15km
  8. Terminar mi proyecto de compiladores
  9. Resolver un cubo Rubik
  10. Llevar mis finanzas como Dios manda 
  11. Propósito secreto #2: De la dignidad 
  12. Terminar (de comenzar XD) mi investigación genealógica 
¡Feliz año nuevo!

Actualización: En vista del éxito no obtenido, los propósitos no cumplidos pasarán a la legislatura 2013, agregando uno nuevo…

13. NO procrastinar los propósitos de año nuevo

Chala Head-Chala, YouTube y error 500 de servidor… y en qué supera Windows a UNIX/Gnome

Ñoñeando por YouTube un rato encontré esta joyita: http://www.youtube.com/watch?v=Wc5vPDaOmhI. Nada menos que el opening de Dragon Ball Z en audio latino, en alta resolución. Los espero un par de minutos para que disfruten semejante obra de arte.

¿Ya? Vale. Le quise mostrar el vídeo (¡jolines!) a un amigo, pero lo pegué mal, omitiendo la última letra del URL (quien es realmente la protagonista de esta entrada). De este modo, mi amigo visitó: http://www.youtube.com/watch?v=Wc5vPDaOmh. Lo curioso es que en lugar de un bien diseñado y discreto error 404 o algo más amigable, la página que se muestra fue un error ‘500’ de servidor (anexo pantallazo para que vean que no les echo mentira).

Me doy cuenta de que omití un caracter, me fijo en la dirección original, mostrada en mi navegador, y mis ojos dicen: “¡Hey! Te faltó una ‘L’ minúscula.”. Pero esto no funcionó para mostrarle el video. En esta ocasión le mandó a una página diciendo que el video no existe.

Tercer intento: copio la dirección una vez más desde la pestaña del navegador que tenía al video correctamente abierto y me fijo, como la ventana donde la pegué tiene una fuente diferente, que era una ‘I’ mayúscula. ¡Estúpido GNOME, lo hiciste otra vez! Esto jamás me hubiera pasado usando Windows, jeje. (Por esta *se persigna*, en GNOME esas dos letras se parecen demasiado).

Nota del editor/autor/posiblemente único lector:
Esta es, sin duda alguna, la entrada más aburrida en la historia de este blog, pero prometemos esforzarnos  mucho para superar esta marca.

Dejé de usar NetworkedBlogs

La cochinada a veces ni funciona, pide demasiados privilegios de acceso en Facebook y además te obliga a salir del bien ponderado HTTPS. Esta entrada es escrita para cerciorarme de ello.

12 años – Parte 1

Hoy se cumplen 12 años desde que publiqué por primera vez este sitio en el extinto servicio Geocities. Luego de mucha desidia y falta de habilidad como diseñador web, nunca logré hacer de este sitio lo que hubiera querido, así que de momento me conformaré con este blog y el sitio de descargas (adivinaron, no está listo aún) para distribuir cualquier contenido que valga la pena compartir (eso sí, esperen las transcripciones pronto).

Cuando comencé a explorarle a esto de internet en la primaria, conseguí hospedaje en el sitio http://www.geocities.com/Tokyo/Fuji/9588. Este sitio pasó por la normalización de nombres luego de la adquisición de Geocities por parte de Yahoo, cambiando la dirección a http://www.geocities.com/juniel_katarn5. La página no era sino una simple proyección de mis muy infantiles y personales gustos como La Guerra de las Galaxias (o Star Wars, para los que nacieron en los 90… o después), Dragon Ball, música, MIDIs (en serio, no exagero, MUCHOS MUCHOS MIDIs) y hasta un sitio dedicado al colegio donde cursé la secundaria y preparatoria. De hecho, había hecho subsitio para la selección de voleibol en mi último año de prepa. Ya saben, róster, posiciones, biografías… estaba mono.

Lamentablemente, en 2008 Yahoo decidió (sic) que no ganaba nada (y sí, seguramente no ganaban ni un centavo) manteniendo vivo el servicio de Geocities. Para cuando me di cuenta, en algún punto de 2009, ya era demasiado tarde.

Durante 2010 me pegó la nostalgia por esa página y busqué alguna forma de rescatarla, tal vez existía algun caché o respaldo público, la esperanza era lo último en morir. Di con un par de sitios muy interesantes. El primero es la página archive.org, que trata de mantener copias o snapshots de toda la web. Un par de páginas de mi sitio se encuentran ahí. Eso ayudó. El segundo recurso remoto fue reocities.com, que fue un esfuerzo independiente por parte de algún orate con bastante tiempo libre, ancho de banda, hardware, pero sobre todo, ganas, que consistió en intentar hacer un respaldo completo de Geocities antes que este cerrara. Logró guardar exitosamente decenas de miles de sitios que pueden ser navegados de manera idéntica como se haría accediendo a ellos desde geocities; solo hay qué reemplazar la g por r. Ejemplo: el sitio www.geocities.com/yahooselacomeporhabercerradogeocitiesbandademonosabios, si logró ser respaldado por Reocities, se puede encontrar en www.reocities.com/yahooselacomeporhabercerradogeocitiesbandademonosabios. Tristemente, el mío no logró ser rescatado.

Finalmente, algo del contenido más viejo de el antiguo sitio estaba en unos respaldos en CD (sí, en la primera década de este milenio se hacía así) con lo que recuperé al menos las imágenes de la página principal. Son muchos recuerdos y memorias de niñez perdidas, pero ni modo… hay cosas que se pierden.

Lo que pude recuperar lo he colocado en un sitio aislado. No hay prácticamente nada qué ver, pero se puede localizar en esta dirección: old.rochsquadron.net. Sobre el “nuevo” sitio, más allá de algunos videos, masters de grabaciones y partituras transcritas, digamos que ahí queda.

Continuará…